Montse Montalbo, Íñigo Rebollo s.equipamentsep@diba.cat
La crisis del COVID19 ha evidenciado la correlación entre los índices de contaminación del aire y la prevalencia de casos de personas infectadas. Es por esta razón que este recurso adquiere en la actualidad una nueva dimensión y es clave para las políticas locales que afrontaran las nuevas prioridades.
Los entornos urbanos necesitan garantizar buenas condiciones de vida y de salud para las personas que los habitan y contribuir a la mejora ambiental a escala local y del planeta también. Por eso, hace falta revertir los efectos de haber construido unas ciudades centradas en la movilidad del vehículo privado, zonificadas por actividades y al mismo tiempo abordar los efectos de la crisis climática a nivel global y local.
La distancia con la naturaleza genera costes económicos, en salud y en calidad de vida. Un entorno físico saludable es esencial para garantizar la equidad en salud y seguridad.
Por eso, des del año 2012 el Servicio de Equipamientos y Espacio Público (SEEP) de la Gerencia de Equipamientos, Infraestructuras Urbanas y Patrimonio Arquitectónico (GSEIUPA) de la Diputación de Barcelona ha incorporado los planes directores de verde urbano y las estrategias de renaturalización de las ciudades como una de las mejores herramientas para incidir en la calidad de vida de las ciudades.
El verde urbano ha pasado por tanto, a ser una infraestructura esencial para la mejora de calidad de vida de nuestros pueblos y ciudades en clave de abordaje de la crisis COVID. Y és uno de los indicadores de calidad de vida más apreciados para la ciudadanía.
Los árboles y espacios verdes, con los espacios azules también, acercan la naturaleza a la ciudadanía a la vez que contribuyen a mejorar el entorno urbano limpiando el aire, aportando frescor, generando sombra y haciendo más acogedor el espacio público. El verde urbano es a la vez una política redistributiva, ya que tiene más impacto en la población más vulnerable.
Las infraestructuras verdes ecosistémicas son ahora herramienta estructurales, desde la perspectiva de la sostenibilidad, de los ODS, para mejorar la habitabilidad de las conurbaciones urbanas y reducir la huella ambiental y también estratégia básica en la actual crisis COVID